Con la imagen previa quise que tuvieran la misma impresión que yo, que al ver a esta rubia tatuada con un rostro tan inocente en el inicio del casting porno, terminaran sorprendidos basándome en lo consiente que estoy de que nadie lee la introducción. Es como el principio de una tragedia griega donde debes sentirse muy cerca del personaje principal y no tienes idea del giro drástico que tendrá todo al terminar el relato. Pero aquí, no hay punto sin retorno, es más bien como un viaje vertiginoso que nos acelera muy rápido. Pero el toque teatral fue pensado desde el principio, porque al inicio también se escucha esa música absurda que puede confundir al espectador pensando que está en una película de terror.